Una trastornada mental hace una denuncia falsa y...

El licenciado Eduardo, hombre templado y felizmente casado. Tiene dos hijos a los que dedica el mayor tiempo libre que sus quehaceres le dejan. Realiza voluntariados sociales con ciegos y niños síndrome de Down.

Hace un año Eduardo conoció a África Romero García. Entablaron amistad y se veían de semana en semana o quincenalmente. Ella tenía miedo de un francés llamado Florián. Decía que iba a ir a su casa con un piolet e iba a matarla. Eduardo nunca creyó esto. En seguida sospechó que África sufría una enfermedad mental.

En Enero 2008 África y Eduardo dejaron de verse. Transcurrió mes y medio hasta que África le pidió ayuda a Eduardo. Entonces ella estaba en la fase más oscura de su enfermedad. Se movía con dificultad, no podía conducir, tartamudeaba y su estado de nervios era muy alterado.
La madre de África le paga el psicólogo y Eduardo se sentaba con ella para realizar las tareas que el psicólogo le ponía. Pudo confirmar la enfermedad mental de África al descubrir una de su psiquiatra.

En junio, Eduardo mostró los días que había reservado de vacaciones y África comprobó que no había ninguno para ella, se enfadó mucho y le insinúo su primera amenaza: “Puedo llevarte a un calabozo cuando yo quiera”. África está muy bien asesorada, comentó detalles que ahora se revelan como escalofriantes: “Allí te quitarán hasta los cordones de los zapatos.”

…África está muy bien aleccionada: Otro día, hablaba de su ex marido: “este idiota me paga la manutención de la niña y la hipoteca con dinero en efectivo. Cuando la niña cumpla 18 años, no va a tener ningún aval de pago y me pienso quedar con todo.”
Pasó el verano. Con menos visitas de Eduardo. En septiembre, desconsolada y entre sollozos le dijo a Eduardo que él era un hombre con suerte: “tu familia, tus amigos, tu trabajo… todo te sonríe. En cambio a mi… el contacto con mi familia es nulo, mis amigos son escasos y tienen sus obligaciones y ¡EL TRABAJO!… con mi CV… Todo se lo dan a las mujeres víctimas de malos tratos…”. Esta fue su segunda amenaza.

LA ACCIÓN

África, cumplió sus amenazas y el 28 de noviembre de 2008 Eduardo fue detenido. Pasó 18 horas incomunicado en un calabozo y se enfrenta a un juicio acusado de amenazas de muerte.

Le han aplicado la ley de violencia de género. El viernes 29 y el sábado 30 Eduardo lo pasó en un inmundo calabozo. Encerrado y esposado, como un delincuente. Es increíble que existan lugares así en los tiempos que corren; sucio, maloliente, frio... Es un sitio aterrador,

Es algo surrealista. Una mujer te apunta con el dedo. Dice que “POR TFNO” le has amenazado de muerte y un hombre como Eduardo, pasa un día en el calabozo y ahora se enfrenta a una condena que le puede llevar a la cárcel.

Nadie puede imaginarse como se trata al hombre en estos casos. Según está la ley ahora Eduardo tiene que demostrar su inocencia.

De momento está en libertad condicional y tiene que presentarse al juzgado a firmar los 1 y 15 de cada mes.

Fue la Guardia Civil a su trabajo y le detuvieron como a un delincuente delante de todos los compañeros.

Eduardo es un admirador de la mujer, siempre estuvo a favor de esta puñetera ley... pero no sabía que se aplicaba así. El éxito del sistema es su condena.

En principio lo tiene muy mal, aún buscando un buen abogado. Ya lleva gastados 2000€. El abogado en la vista previa me insinuó aceptar los 3 meses de prisión.

Y luego… su mujer.

Si Eduardo en todo momento se ha mostrado fuerte. Ha sido con su mujer cuando se ha derrumbado. Esa mujer es especial. Fue al juzgado y la jueza la preguntó con indignación: ¡Y usted! ¿Cómo es que perdona al agresor?

Y su mujer, la corto diciendo: “Vale que Eduardo sea infiel, puede que mi confianza se derrumbe. Pero Eduardo no amenaza ni hace daño a nadie nunca”

La condena es de 9 meses de prisión, inhabilitación del sufragio universal durante 2 años y Orden de alejamiento de 3 años.

Eduardo nunca amenazó a África. Eduardo es un buen hombre que jamás haría daño a nadie, es empático con los problemas de los demás y le gusta ayudar, nunca destruir.

Este escrito pretende hacer conocer la injusticia y crueldad por la que Eduardo ha pasado. Todo por el despecho y la mentira y la locura de una mala mujer.

Gracias por escuchar